El Sindicato denuncia que se trata del único nivel educativo en el que los profesionales no se les ha dado la opción de continuar en sus puestos de trabajo.
La gran mayoría de centros de Educación Infantil ha cesado toda actividad educativa presencial como consecuencia de las medidas adoptadas para hacer frente al COVID-19 porque han sido considerados como puramente asistenciales y no se les ha reconocido la función educativa que realizan. Son muy pocos los centros que mantienen su labor docente por medio del teletrabajo de sus educadoras y maestras.
Además, este sector no es beneficiario específico de ninguna de las medidas económicas aprobadas hasta ahora por el gobierno para paliar los efectos económicos, como así ha ocurrido con otros sectores productivos igualmente afectados de forma muy severa.