Tras el Consejo de Ministros celebrado ayer el presidente del Gobierno presentaba en rueda de prensa el Plan de Transición a la nueva normalidad. El texto plantea un proceso de desescalada gradual, asimétrico, coordinado con las comunidades autónomas y adaptable en función de la evolución de los datos epidemiológicos.
El plan contempla cuatro fases que se estima podrán extenderse durante al menos ocho semanas, ya que no establece un calendario con fechas fijas como sí han hecho otros países, sino que será por objetivos. En función de los marcadores epidemiológicos y sanitarios de cada región, que deberán reflejar la contención y recesión de la epidemia, se irá pasando de fase hacia una flexibilización de las medidas.