FSIE, en el mes de junio de 2011, ya advirtió al PP que su propuesta de un Bachillerato de tres años debía concretarse mucho más para conocer su alcance. Entendemos que puede ocasionar un serio y grave problema sobre todo en la enseñanza concertada.
Siete meses después seguimos sin saber oficialmente cuál es la decisión definitiva sobre cómo y dónde situar este Bachillerato dentro del sistema educativo.
La mayoría de noticias descartan alargar la enseñanza hasta los 19 años, retrasando un año el acceso a la universidad. Las consecuencias económicas serían enormes, pues habría que generar en todos los centros educativos que ofertan Bachillerato, un curso entero nuevo, con lo que eso conlleva de profesorado, aulas, recursos materiales.
Parece que las opiniones se inclinan hacia un recorte en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), convirtiendo su 4º curso en el 1º de Bachillerato. Y si este es el supuesto que parece tiene más adeptos, deberían empezar a clarificarse aspectos muy importantes, pues de no hacerlo, FSIE seguirá pensando que la ampliación del Bachillerato a costa de un curso en la ESO puede ser traumática, especialmente para la enseñanza concertada.
Si todo apunta a que la conversión del actual cuarto de ESO en primero del nuevo bachillerato no va a conllevar una reducción de la duración de la enseñanza obligatoria, establecida en nuestro país hasta los 16 años, ¿cómo es posible que una enseñanza (el bachillerato) que no es obligatoria pase a serlo pero sólo en uno de sus cursos? si a los 15-16 años, los alumnos deben elegir hacer Bachillerato, ¿qué es lo que eligen los alumnos que no quieran cursar estas enseñanzas?, ¿siguen en su centro?, ¿qué estudios cursarán?, ¿cómo afectará todo esto a la organización de la FP?.
Generalmente los centros deben ofertar al menos dos especialidades de Bachillerato, lo que implica un mayor número de aulas y profesorado que un curso normal de la ESO. ¿Todos los centros concertados y públicos tienen capacidad para aumentar el número de aulas que actualmente tienen? Estas modificaciones estructurales del espacio, ¿quién las costeará en los centros concertados?
Aquellos centros de Secundaria que actualmente no tienen Bachillerato tendrán serias dificultades para reformar sus centros y dar cabida a las aulas que serán necesarias para ofertar un nuevo curso de Bachillerato, con al menos dos modalidades y la alternativa del mismo para los alumnos que no quieran cursarlo. Saltan todas las alarmas pues parece evidente que no será posible y muchos de estos centros, sobre todo los pequeños, pueden acabar perdiendo el actual curso de 4º de la ESO. Esta situación generará una pérdida importante de empleo en el sector y un trasvase de alumnos hacia centros que sí puedan ofertar toda la ESO y el Bachillerato conjuntamente, lo que incrementaría aún más la pérdida de empleo en otros cursos y niveles, al hacer insostenible la viabilidad de determinados centros según sea su tamaño y localización.
Hay quien puede pensar en que la solución está en la adscripción y concentración de alumnos de varios centros de Secundaria en uno solo de Bachillerato pero es evidente que, desde el punto de vista pedagógico, es un grave error que un alumno curse un primer año de una enseñanza y tenga que hacer otros dos en otro centro, cuya línea de acción educativa puede que no tenga nada que ver con la que ha elegido en su etapa obligatoria. La calidad y excelencia del sistema, que parece que se busca con este Bachillerato de tres años, estaría muerta.
Hoy en día el Bachillerato es una enseñanza no obligatoria, gratuita sólo en los centros públicos, en unos pocos concertados, como consecuencia de la modificación de FP o antiguas filiales de Bachiller y en algunas Comunidades Autónomas como País Vasco, C. Valenciana, Baleares y Navarra que han decidido extender los conciertos a este nivel.
Sin entrar a fondo en la discriminación que supone desde hace muchos años para las familias que eligen centros concertados, tener que pagar de su bolsillo este nivel educativo y mantener fuera del pago delegado a su profesorado, aumentar un año más el Bachillerato sin hacerlo gratuito, sería insostenible para la gran mayoría de familias que escogen libremente esta enseñanza. Que fuera sólo gratuito el primer año, por ser considerado enseñanza obligatoria, para luego ser de pago y no obligatorio en su dos siguientes cursos, es paradójico e incoherente.
La concertación de la Educación Infantil de 3 a 6 años, prácticamente generalizada en todo el país, ha supuesto uno de los mayores avances sociales de las últimas décadas. Frente a quienes defendían que la concertación era atacar a la enseñanza pública, frente a quienes estuvieron posicionándose en contra del concierto de infantil y de que sus profesionales pasaran al pago delegado, frente a quienes defienden una escuela única, pública y laica, el concierto de infantil ha demostrado claramente que la complementariedad y convivencia de las dos redes es posible y real.
Se ha demostrado que es necesario que la clase política atienda la demanda de los ciudadanos que escogen libremente el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos y que por lo tanto si el Bachillerato es gratuito en los centros públicos también lo debe ser en los centros concertados.
FSIE va a defender ante el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte:
- Que se nos diga cuanto antes cómo se va a articular y aplicar la propuesta de tres años con soluciones concretas a los problemas que hemos expuesto.
- Que no se aplique esta medida sin el consenso necesario.
- La obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16 años y la gratuidad de la misma desde los 0 a los 18 años.
- La gratuidad del Bachillerato a coste real mediante la suscripción de conciertos educativos y pago delegado para sus profesionales.
- Garantías reales para la continuidad de todos los centros concertados, sea cual sea su configuración final.
- Mantenimiento del empleo de todos los profesionales docentes y no docentes.
- FSIE quiere saber qué medidas se adoptan en la ESO para reducir el actual nivel de fracaso escolar. Reforzar y mejorar el Bachillerato es necesario pero no evita el abandono y la no promoción de casi un 35% del alumnado de la ESO.
Documentos relacionados
 Boletín Digital FSIE nº 21 |
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