Comunicación

Featured

INÉS DE ARAOZ, ÓSCAR SÁNCHEZ-PORTAL, ESTHER ARÉN, TIINA MÄKELÄ Y CÉSAR BONA, PROTAGONISTAS DE LAS CONFERENCIAS DE LA ÚLTIMA JORNADA DEL XII CONGRESO FEDERAL DE FSIE

Pin It

 806d9158-288f-483a-947e-81ff98659c43.jpg

 

FSIE cerró este viernes su jornada de actividades con tres interesantes ponencias sobre la necesaria educación inclusiva,  el acoso escolar desde distintos puntos de vista, y la innovación educativa en las aulas. 

Inés de Araoz, asesora jurídica de Plena Inclusión, y su ponencia “El derecho a la educación inclusiva desde la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, nos ilustraron sobre la necesidad de una sociedad que trabaje por una educación para todos, puesto que la educación es un derecho fundamental que se debe respetar. 

Araoz considera que nuestra sociedad no es inclusiva, y tenemos que luchar por derribar las barreras y estereotipos que impiden que lo sea. No son los sistemas educativos los que tienen los derechos, sino los niños, y debemos luchar para que esos derechos se materialicen. Si la sociedad no es inclusiva estamos vulnerando el derecho de los niños a la educación. Los niños con necesidades educativas especiales deben estar presentes en los colegios, y deben participar en el sistema, porque sin participación no hay inclusión. Nuestro modelo es de integración, no de inclusión. Hay que dar un salto cualitativo y debe existir una progresión en los alumnos, con aprendizajes significativos para la vida, porque si no es así no puede decirse que haya inclusión. El objetivo de la educación no es el pleno empleo, sino al pleno desarrollo de la persona, debe capacitar a las personas para participar en una sociedad libre, por eso es tan importante esa participación en las escuelas, por ello es importante centrarse en las capacidades de los alumnos, no es sus discapacidades. Los niños tienen derecho a convivir en diversidad y a aprender los valores que derivan de la diversidad. La inclusión no va ligada a la discapacidad, sino a toda persona, que se enriquezca con esa diversidad. Hay que mirar de otra forma, y pensar de otra forma, para proporcionar ajustes razonables a diferentes situaciones que existen en nuestra sociedad.

La conferencia conjunta sobre el acoso escolar desde distintos ámbitos estuvo compuesta por tres charlas:  “Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar en cuanto al uso de las nuevas tecnologías por parte de los menores”, ofrecida por el Inspector de la Policía Nacional y delegado de Participación Ciudadana de Toledo Óscar Sánchez-Portal; “Desenredando redes sociales y cómo prevenir y detectar el ciberbullying”, impartida por la Inspectora jefa de la Policía Nacional y delegada provincial de Participación Ciudadana de Madrid Esther Arén; y “Programa finlandés de convivencia y anti acoso escolar KiVa”, que dará Tiina Mäkelä, directora del programa KiVa del Instituto Escalae. Entre las aportaciones de Sánchez-Portal estuvo el proyecto “Ciberexperto”, que está siendo aplicado en diferentes centros y que en varias sesiones aborda temas como el “grooming”, el “ciberbullying” o el “sexting”, haciendo que los estudiantes se sientan cómodos en este mundo tan complicado y cambiante.

Esther Arén nos devolvió el espejo de la sociedad en la que vivimos y nos animó a luchar juntos contra el “ciberbullying”, mentalizándonos de que allí donde están los niños existe un peligro real, y los menores, en su amplia mayoría, están en redes sociales, y el maestro, como esencial pilar en la vida de un menor, debe estar pendiente de que hay en ellas e implicarse, porque no todo vale y no debe ser un espectador pasivo de algo que se puede confundir con algo sin importancia, pero que en muchos casos es un delito, cometido por menores, pero delito.

Por eso es importante crear equipos multidisciplinares para detectar posibles casos en los que un menor pueda estar afectado por un caso de acoso en las redes y actuar. Esther nos llama a implicarnos, a trabajar para prevenir, a estar atentos para detectar, y a tomar la iniciativa para intervenir. Las redes no son un juego y los profesores deben ser uno de los colectivos que se impliquen para evitar casos de micromachismo, de acoso, de situaciones que lleven a realidades tan dolorosas como el suicidio. No hay que tener miedo a las redes, las redes no son peligrosas, sino poderosas, y eso implica una responsabilidad y es necesario enseñarles a discurrir por un mundo como el virtual, que para que sea seguro, debería parecerse lo más posible al real, donde los amigos de nuestros menores deben ser los mismos que los de su mundo real.

Por su parte Tiina Mäkelä nos presentó el método KiVa de anti acoso escolar implantado en Finlandia y que podría ser exportado a otros modelos para mejorar en este aspecto. Para definir el bullying debemos entender que se trata de una agresión sistemática, repetida, hacia una persona que tiene dificultad para defenderse. Es necesario distinguir que se trata de algo diferente a los conflictos o las peleas entre dos iguales. Se presenta en diversas formas (verbal, social, físico, material, sexual, electrónico) y aproximadamente el 10% de los niños y adolescentes en el mundo son víctimas de un acoso reiterado. Por eso es necesario distinguir los roles que tenemos en estas situaciones, como victimas, los bullies, reforzadores, externos, asistentes y también los defensores de la víctima, y en sus papeles definidos, tienen mucho que decir a la visión del acoso.

Para reducir el acoso podemos tratar de influir en el comportamiento de los compañeros para reducir el refuerzo que reciben los acosadores y, así, su motivación para acosar. Por su parte, las víctimas necesitan sentir que en el colegio son escuchadas y ayudadas por adultos, mientras que los acosadores necesitan ser abordados por su comportamiento inaceptable. Y para que esto sirva, se precisa de un seguimiento de los casos a nivel escolar. Así que a las acciones universales como las discusiones en grupo, junto con acciones focalizadas como la discusión individual, intentando que la víctima se sienta mejor y protegiéndola, y aprovechando el liderazgo positivo de ciertos compañeros dentro del grupo, porque los docentes necesitan ayuda.

Por último, César Bona, desde su visión como maestro, habló de "Nuestros retos" y nos invitó a ser como niños y a entender que los niños tienen una visión mágica de la vida, sin espacio o tiempo. El cambio educativo empieza justo dentro de nosotros, revisando pequeñas cosas que nos acompañan cada día. Hay que encontrar el talento de cada uno de nuestros alumnos, porque pasan mucho tiempo con los maestros, y hay que ser conscientes de ello. Bona nos llevó a pensar y reflexionar sobre que solo podemos exigir aquello que podemos dar.

El futuro es hoy y lo que se plantea en las aulas a veces no corresponde con los retos del mundo actual, donde la necesidad de educar en las emociones y en valores se plantea como esencial.

La profesión docente es un privilegio y una responsabilidad, porque el maestro es influyente y puede marcar la vida de otras personas.  Los niños tienen mucho que compartir y si no les dejamos hacerlo, nos lo estamos perdiendo. El maestro elige en qué educar en sus aulas, y debe saber que su influencia es real. Los niños son una proyección de sus adultos, de sus padres, de aquellos que les educan. No se puede olvidar que el centro de todo es el niño, y que hay que pararse y preguntarles, ponerse en su lugar y saber qué cambiarían o cómo sería la escuela que desean. Es el momento de escuchar a los niños, invitarles a participar en el aula, a que sean protagonistas. Las familias y los docentes deben ir de la mano. La única llave del cambio es el diálogo. Solo así los niños, que son lo importante, tendrán la educación que se merecen.

La escuela debe crearse entre familias, docentes y niños, para que cada cual tenga su papel y entre todos construir la mejor de las escuelas. Hay que tener ojos de niños y proponernos ser un ejemplo para los niños que ocupan nuestras aulas. Y por último, el “no hay yo sin nosotros”, porque juntos podemos hacer un mundo mejor.